Los asquerosos de Santiago Lorenzo

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El pasado lunes tuvimos nuestra segunda reunión del curso. Comentamos En Lower River de Paul Theroux y propusimos la siguiente lectura. En este caso se trata de una novela recién publicada titulada Los asquerosos de Santiago Lorenzo.

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SANTIAGO LORENZO (Portugalete, 1964)

Santiago Lorenzo empezó su trayectoria profesional y artística en el cine, donde creó la productora El Lápiz de la Factoría, con la que dirigió diversos cortometrajes entre los que destaca Manualidades, en el que ya se hablaba de su afición a la artesanía pretecnológica y a las maquetas imposibles. En 1995 produjo  Caracol, col, col, que ganó el Goya como Mejor Corto de Animación. Su película Mamá es boba, que desarrolla de una forma cruel y dulce a la vez el tema del acoso, fue nominada al Premio FIPRESCI en el Festival de Cine de Londres. En 2001 abrió Lana S.A., un taller dedicado al diseño de escenografía y decorados con el que hizo tanto muñequitos de plastilina para el anuncio del euro como la prisión que aparece en una de las entregas de Torrente.  Antes de hartarse del mundo del cine estrenó en 2007 la película Un buen día lo tiene cualquiera y, desde entonces, se dedicó a la literatura. Ha publicado cuatro novelas: Los huerfanitos, tres hermanos que odian el teatro, pero deben montar una obra para salvar sus vidas; Los millones, cuyo protagonista, un miembro del GRAPO, es agraciado con un premio de la lotería, pero no puede cobrarlo porque no tiene DNI; Las ganas, acerca de la frustración sexual de Benito y la repercusión que esta tiene en su desdichada vida y, por último, Los asquerosos, la novela que vamos a leer.

LOS ASQUEROSOS (2018)

Tras el contundente título se puede leer la historia de Manuel, un joven con escasas habilidades sociales que, tras un desafortunado y violento encuentro con un policía, se refugia en una casa abandonada en medio de la nada castellana.  A partir de ahí, la novela, narrada desde el punto de vista del tío del protagonista, nos describe con abrumadora precisión una historia de feliz y coherente misantropía.

El protagonista, Manuel, es un personaje desgraciado que busca desesperadamente durante toda su vida la compañía humana sin conseguirlo.  El mencionado encuentro con el policía lo lleva a alejarse de todo lo humano, excepto el vínculo, casi umbilical, de manutención y cariño, que mantiene con el narrador a través del móvil (el cariño) y los envíos del Lidl (la manutención). En medio de la absoluta soledad, Manuel se construye una vida que le va a satisfacer más que todos los años anteriores  agotadoramente vividos en pos de la amistad y la compañía.

Un hombre que vive solo en medio de la naturaleza remite, como lo hace la contracubierta del libro, a Robinson Crusoe, con quien tiene algunos puntos en común. Sin embargo, pese a que ambos personajes viven en una soledad extrema (el uno en una isla, nuestro protagonista en la aridez de la España vacía) y su actuación viene presidida por una eficiencia máxima en el uso de recursos, Manuel no se constituye, como hará Robinson, en el modelo de hombre occidental que coloniza el espacio y lo domina.  Tampoco cree en la justicia suprema, ni tiene un estable y coherente conjunto de creencias que den sentido a su vida.

Algunos críticos han detectado también en el libro una desternillante parodia de  Walden de Thoreau, en especial del famoso capítulo titulado “Economía”, en el que Thoreau explicaba cómo resolvía las necesidades  o carencias materiales en su  aislamiento en la cabaña.  El libro,  se aleja claramente de las obras del género “escritura de la naturaleza” o “nature writing” y se burla cruelmente de las pretensiones “new age” de reencuentro con la naturaleza y la búsqueda banal de la felicidad, reescrita desde el odiado verbo “disfrutar”, que representan los visitantes inesperados de Manuel, unos nuevos ricos urbanitas, los “asquerosos”, que el autor bautiza como “La Mochufa” y contra quienes desata un sinfín de diatribas geniales.

Sin embargo, el libro se puede leer como una defensa de la vida libre, de la soledad como inesperada fuente de felicidad, así como una crítica feroz de la sociedad, sus costumbres y sus imposiciones. El libro cuestiona también la institución del trabajo como adocenamiento y del mercado como único dios, y propone una radical simplificación de la vida y del camino que nos lleva a perseguir su esencia y sus placeres cotidianos. Santiago Lorenzo defiende en su libro un nuevo concepto de austeridad, basado en el gozo del ascetismo  (su “parquedad gozosa”, “su poquedad desaforada y cabalgante”, “una austeridad en la que chapoteaba con cada vez más deleite”) y el “embobamiento deliberado” en cosas prácticas y aficiones íntimas, de las que “van para adentro, como las buenas”.

La novela es narrada, como se ha indicado anteriormente, por el tío del protagonista, un narrador anónimo que refiere la historia de un tercero sin apenas diálogos y lógicamente, con muchas reflexiones personales. Pese a que hay algunos aspectos en los que la novela nos exige cierto esfuerzo de suspensión de la incredulidad, sobre todo al final, donde hay varios recursos “deus ex machina”, la historia resulta finalmente coherente y presenta una estructura en dos partes, prácticamente simétricas, que conducen de una manera lógica a un (in)esperado final (in)feliz.

Por otra parte, cabe destacar el estilo del libro que algunos críticos relacionan con Mihura, Jardiel Poncela, Azcona o Eduardo Mendoza, pese a que el propio autor reconoce que apenas ha leído a estos autores. La prosa es agilísima, llena de creaciones léxicas, extremadamente precisa, con algunos momentos de lirismo y otros de crueldad, que dejan un sabor agridulce tras su lectura.

PARA SABER MÁS…

El programa de RTVE Página 2 incluyó este libro entre sus últimas recomendaciones. Podéis ver el vídeo, pinchando en la imagen:

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La editorial Blackie Books fue a ver a Santiago Lorenzo a la aldea perdida donde vive para que les contara qué hace, cómo vive y por qué escribió Los asquerosos:

 

Si os ha gustado la portada del libro, la misma editorial ha publicado este libro sobre Guim Tió, el artista que la ha creado:

 

El programa Página 2 entrevistó al autor con motivo de la publicación de su primera novela: Los huerfanitos:

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El mismo programa preparó una ruta literaria sobre la novela Los millones:

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